El plan de mejora de la contenerización de residuos en el Valle de Camargo continúa tras la sustitución de los viejos contenedores, vendidos ya como chatarra, y la instalación de los nuevos, un total de 600 elementos de plástico.
El Ayuntamiento trabaja ahora en la reubicación de algunas de las baterías, entre ellas la situada en la Avenida de Bilbao, en el cruce con José Barros, en Muriedas, un punto especialmente destacado dentro del plan por el tránsito derivado de la cercanía de los colegios Pedro Velarde y Matilde de la Torre y del Pabellón Deportivo, así como otras ubicadas en otros puntos en Maliaño y Revilla.
Se trata de desplazar a no más de unos escasos metros la ubicación habitual de los contenedores de forma que quede despejada la visibilidad de los pasos de peatones y de los cruces que en algunos puntos se veía dificultada por las baterías anteriores y lo haría más aún con las nuevas, debido a que éstas tienen mayor capacidad y, por tanto, mayor tamaño.
Se pretende poner fin así a situaciones de riesgo para los peatones que en determinados puntos debían avanzar en exceso para poder cruzar dado que la ubicación de los contenedores impedía la correcta visibilidad.
Simultáneamente, trabajadores contratados procedentes del desempleo trabajan estos días pintando las plataformas sobre las que se ubican los contenedores para facilitar así su limpieza.
El Ayuntamiento trabaja ahora en la reubicación de algunas de las baterías, entre ellas la situada en la Avenida de Bilbao, en el cruce con José Barros, en Muriedas, un punto especialmente destacado dentro del plan por el tránsito derivado de la cercanía de los colegios Pedro Velarde y Matilde de la Torre y del Pabellón Deportivo, así como otras ubicadas en otros puntos en Maliaño y Revilla.
Se trata de desplazar a no más de unos escasos metros la ubicación habitual de los contenedores de forma que quede despejada la visibilidad de los pasos de peatones y de los cruces que en algunos puntos se veía dificultada por las baterías anteriores y lo haría más aún con las nuevas, debido a que éstas tienen mayor capacidad y, por tanto, mayor tamaño.
Se pretende poner fin así a situaciones de riesgo para los peatones que en determinados puntos debían avanzar en exceso para poder cruzar dado que la ubicación de los contenedores impedía la correcta visibilidad.
Simultáneamente, trabajadores contratados procedentes del desempleo trabajan estos días pintando las plataformas sobre las que se ubican los contenedores para facilitar así su limpieza.
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